
Retrete felino A Jo Lapidge, residente en Sydney, se le ocurrió esta extraña idea viendo una película en la que el gato utilizaba las letrinas.
Le bastaron tres meses para adiestrar a su gato Doogal y está convencida de que en ocho semanas la mayor parte de los animales de compañía pueden aprender a usar el lavabo.
Su invento, bautizado como 'Litter-Kwitter', consiste en tres láminas de plástico que pueden ser instaladas en la taza del váter.
En una primera fase, el gato usa una de ellas, plana, para hacer sus necesidades y luego pasa a las otras dos, que tienen un orificio, hasta que se suprimen, y aprende a acomodarse directamente en el receptáculo del retrete.

Lapidge ya cuenta con más de 2.000 solicitudes de información y su invento saldrá a la venta dentro de unos dos meses a un precio que oscilará entre 80 y 150 dólares australianos (entre 50 y 90 euros).
Para rematar la hazaña, sólo faltaría enseñar a los gatos a tirar de la cisterna. Curiosa idea la de la australiana.
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