jueves, 16 de abril de 2009
REFLEXIONEMOS
El bullicio y los flashes de las cámaras de los turistas que invaden cada día las grandes ciudades no tienen nada que ver con la imagen que presenta cuando oscurece. Varios indigentes extienden sus cartones y se establecen allí para dormir a la intemperie. Pero las madrugadas son muy frías. Tanto que el grupo de la policía municipal no da abasto para ofrecerles ir a un albergue y darles una manta.
Los motivos que llevan a una persona a malvivir en la calle han cambiado en los últimos años. Incluso en los últimos meses. "La mayoría no son delincuentes", comenta un agente. Miguel Ángel es un claro ejemplo. Lleva ocho años recorriendo España en busca de empleo. "Soy chef de cocina y no encuentro trabajo", explica este hombre de 50 años. Al final de la noche, cuatro indigentes durmieron en la Casa de la Caridad y dos más en el albergue.
El ejemplo de Miguel Angel no es mas que una muestra de la verdadera crisis. Creo que sería bueno que todos nos pusieramos en el lugar de esas personas, aunque sólo fuera por un momento y antes de quejarnos contáramos hasta 10 y nos diéramos cuenta de lo afortunados que somos los que tenemos un techo donde refugiarnos.
Cuando nosotros nos preocupamos de qué hacer para comer mañana hay gente que se preocupa de nuestro cubo de basura para comer lo que nosotros tiramos; cuando nos preocupamos de que nuestros hijos estudien, hay gente que se preocupa de donde dormirán sus hijos esta noche... En fin, podría enumerar miles de historias que todos conocemos y esto ocurre a cien metros de donde vivimos, en mi caso en Barcelona, como en todas las ciudades de España.
No se me ocurre nada para parar esto, lo único que puedo hacer es reflexionar sobre el tema, no ser tan egoísta en el pensamiento y pensar que de momento soy afortunado. Hay que reclamarle a la gente del poder que piensen en esta gente como si fueran sus hijos, porque es su obligación ya que para eso les votamos, aunque se les olvide que ellos están porque nosotros queremos y que están para todo el mundo, no sólo para ayudar a lo banqueros.
Cuarzo.
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