miércoles, 22 de abril de 2009

Porque a los madrileños se les llama gatos.


Muhammad I , hijo de Abderramán II fundó Madrid en 852. construyó una fortaleza amurallada que controlaría todo el valle del Manzanares y la Sierra del Guadarrama. Dentro de esta muralla se situaría la almudaina o ciudadela y una pequeña mezquita.

La muralla del magerit musulmán se construyó con grandes bloques de brillante pedernal, tenía torres cuadradas y tres puertas de acceso: la de la Vega, Arco Santa María y la de La Sagra y varios portillos.

Hubo muchos intentos por conquistar Madrid, la primera vez fue en 924 al mando del conde Fernán González . Más tarde, en 968 Ramiro II de León dejó bastante dañada la fortaleza y el califa Abderramán ordenó fortificar Madrid.

Un día de mayo de 1085, las tropas del rey Alfonso VI se acercan a Magerit. Al amanecer llegaron las tropas a la Puerta de la Vega, iban cautelosos para sorprender al enemigo, de repente uno de los soldados se separa del pelotón y comienza a trepar por la muralla hincando la daga por las juntas de la piedra. Subió tan ágilmente que todos empezaron a decir que parecía un gato. Cuando comenzó la lucha el hombre ya había subido arriba, corrió al torreón de la fortaleza y cambió la bandera mora por la enseña cristiana. En memoria de esta hazaña, desde ese momento él y todos sus sucesores cambiarían el nombre por el de gato. Desde entonces a todos los nacidos en Madrid se les llaman “gatos”.

1 comentario:

Cati dijo...

Muy bonita la historia, gatito mío, pero aún no te he visto trepar, jeje...