jueves, 5 de agosto de 2010

Para quitarnos el mal sabor de boca


Detienen a un farmacéutico de Pamplona por vender sin receta supositorios de segunda mano.

Incendio en el cementerio. No se ha salvado ni un alma.

Un sacerdote de Torremolinos muere de un ataque de risa. Por la gracia de Dios.

Atraca un banco y la policía le cierra todas las salidas. Se escapó por una de las entradas.

Un vecino de Tejuela ha muerto a los 114 años de edad. «No lo comprendo, ha dicho uno de sus tataranietos, precisamente ayer había dejado de fumar.»

Hoy en Madrid se ha incendiado el Ayuntamiento. No ha habido que lamentar desgracias personales ya que el incendio se ha producido en horas de oficina.

Roban en el banco de ojos. Nadie vio nada.


Muere al comer a la carta y tragarse el as de espadas.

Acusado de violación por tirarse al mar.

Muere en Barcelona un parado al enterarse de que ha encontrado trabajo.

Mata a su mujer por piedad. Ella siempre estaba diciendo que era muy desgraciada a su lado.

Una ballena se traga a un escocés, un chino, una silla y unas naranjas. Al día siguiente, unos pescadores capturan la ballena, la llevan a tierra, la abren y encuentran al chino sentado en la silla y vendiendo las naranjas al escocés.

Tenía intención de matar a su esposa y luego suicidarse. Parece ser que, con los nervios, empezó al revés, según ha declarado su viuda.

Le da una paliza a su mujer que casi la mata porque al llegar a su casa se la encontró en la cama sola, lo cual le hizo pensar que el otro se había escondido.

Fallece Mimosín. Se tiró del armario y no estaban abajo las toallas.

Muere electrocutado al conseguir un empleo por enchufe.

Un San Bernardo muere enfrentándose a un chiwawa. Al comérselo se le atascó en la garganta y se atragantó.

Un anciano de noventa y ocho años fue procesado por violar a una muchacha de dieciocho. El juez quería condenarle a muerte, pero el jurado, todo de hombres, le dio una medalla e hizo una colecta para mandarle de vacaciones a Tahití.

Durante la última carrera automovilística celebrada en el circuito del Jarama, al corredor Alain Prost le fue substraído su vehículo en plena carrera. Se busca a los ladrones, que son de quien más sospecha la policía.


Un avaro se quedó mudo leyendo un libro de proverbios. Sucedió al leer el que decía: «El silencio es oro».

En Pastrana (Guadalajara) vive un señor que ha enviudado en cuatro ocasiones. Las tres primeras mujeres murieron por comer setas venenosas; la cuarta de fractura de cráneo, no se quiso comer las setas venenosas.

Ingresa en prisión un señor sin las dos piernas y en silla de ruedas. El día de Nochevieja se encontró con un amigo que le saludó con: '¿Qué tal andamos?' y le despidió con el deseo de entrar en el nuevo año con buen pie. Lo mató de dos garrotazos en la cabeza.