Este acto: No precisamente el suicidio del zoofílico, sino la muerte del ave galliforme, me llamo la atencion para realizar este post.
Partiré, con la mirada global de la diversidad de culturas y sociedades en las distintas regiones que tienen como común denominador al “ser humano”.
La gallina. Hembra del gallo, de menor tamaño que este, cresta pequeña o rudimentaria, cola sin cobijas prolongadas y tarsos sin espolones. Es un tierno ser que acompaña al hombre desde la niñez.
Desde sus primeras palabras “ta-ta-ta”,”teta”, “papá”, “mamá” el niño imita el cantonear del gallinasio “co-co-co-cocó-co-co-co-cocó””.
Luego, de la mano del tiempo el niño aprende que para conciliar el sueño, debe contar gallinas u ovejas, otro animal culturalmente vapuleado por versiones, generalmente falsas, de violaciones en ámbitos rurales y desolados.
Ya más grande, el niño aprende a cantar “La gallina turuleca”. Canción alegre, pero a la vez detractora de la buena imagen del ave.
Con los primeros pasos hacia el gallinero, la criatura descubre que la gallina ¡Pone huevos! Y allí comienza a plantearse los problemas de filiación gallinal. Si antes era pollito y ahora se volvió pollo o polla. O de pollita a gallinita.¿Y por qué tiene huevos si en el corral no hay gallo? En fin... ¡Jamás lo entendí!
Lo cierto es que de este confuso planteo, el niño pasa a un planteo existencial que lo llevará hasta el final de sus días: ¿Quién nació primero: El huevo o la gallina?
Con el tiempo, las imágenes y arquetipos irán mutando. Porque si al joven lo ven cobarde, pusilánime y tímido, lo llamarán “gallina”.
Y aunque no quiera, en los cumpleaños no tendrá más remedio que jugar al gallito ciego (pariente de la gallina vizca), que es un juego de muchachos, en que uno, con los ojos vendados, trata de atrapar a otro y adivinar quién es; si lo logra, pasa el atrapado a ocupar su puesto. Así, nuevamente se irá degradando la imagen de la gallina.
Lo peor es que ese niño, ya hombre, que ejerce poder dictatorial en una empresa estatal, privada, o en un puesto político, buscará egocéntricamente réditos personales sin medir consecuencias por tener grabado en su pensamiento: “La gallinita es mía y me la cojo cuando quiero”.
Y así estamos como estamos... Aunque Usted crea que le importe un huevo!!!
10 comentarios:
Brillante
ja,ja,ja,ja me he reído mucho
además el final es una gran verdad, cuántos nos gobiernan o dictan moral, y sus vidas son....
Abrazo
¡Hay que tener huevos, jaja! Se te olvidaba aquello de "¿Por qué el pollo cruzó la carretera?" Kikirikiiiiii... TKMGM
La reflexion que ha salido de un tio con una gallina madre!!! muy bueno me he reido mucho un saludo
Pues si normalmente la gentuza esta que nos quieren dar leciones de moral, son los mas simverguenzas.
Un abrazo, Jose.
Hay que tener huevos o estar muy desesperado... mas bien lo segundo.
Un beso cariño, TKMCM
La verdad que si, se pone uno a estirar una noticia y mira lo que pasa. Eso trato de conseguir, que nos riamos un poco.
Gracias por tu visita Nafire, un saludo.
Tenian que haber preguntado a la gallina, no fuera a ser una relación consentida.
Pues si, de todas formas la gallina fuera consentido o no acabo en el puchero...jeje...
Un saludo Jorge
y eso que era una gallina y un tio, que si coges un pastor con el rebaño,,,,, jajajaja me he reido mucho y me encanta la reflexion final.
saludos
Buenas Eduardo.
gracias por el comentario, me alegro que gustara.
Un saludo.
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